El Gobierno vincula «la UCO patriótica» al PP y no rectifica sobre el bulo de la bomba lapa

Alegría, visiblemente incómoda, ha tenido que capear preguntas no solo sobre el dudoso comportamiento de Díez, sino también sobre un asunto que compromete al Gobierno por un flanco delicado: su cruzada contra los bulos y la desinformación, bandera de la legislatura. La también titular de Educación ha tenido que responder a los interrogantes sobre si el Ejecutivo debe rectificar después de haber dado pábulo el sábado, con tres intervenciones consecutivas de ella misma, la vicepresidenta María Jesús Montero y el ministro Óscar López, a una información sobre unos wasaps de 2021 en los que el entonces capitán de la UCO y hoy empleado de seguridad de la Comunidad de Madrid Juan Vicente Bonilla fantaseaba con uno de sus confidentes sobre un atentado con bomba lapa contra el presidente Sánchez. En realidad, el audio reflejaba exactamente lo contrario: que ambos ironizaban con que el artefacto se lo iban a colocar a Bonilla por ir «a por los que trincan». La Sexta, uno de los medios que difundió la historia, se retractó el mismo sábado.

Alegría, sin embargo y en línea con lo hecho también por Óscar López en las últimas horas, no ha reculado, ha evitado hablar de bulo y ha llamado a evitar que «los árboles impidan ver el bosque». Un bosque que, a su juicio, sería la existencia de «3.000 mensajes» de «una agresividad preocupante» y que constituyen, ha enfatizado, «una gota más en la cascada de fango» que extiende el PP. Un PP al que ha responsabilizado de la creación de las «policía patrióticas», bajo sus mandatos al frente del Gobierno, desmintiendo «absolutamente» que «la UCO patriótica» haya pervivido en los siete años que Sánchez acaba de cumplir en La Moncloa. La portavoz ha reprochado a Alberto Núñez Feijóo que «insulte» al presidente llamándole «capo de la mafia», antes de volver a sacarle a colación su fotografía de hace tres décadas con Marcial Dorado, condenado por narcotráfico; lo que le inhabilitaría, ha dicho, para «ser presidente de una comunidad de vecinos».

Sobre «la señora Díez» -así se ha referido a ella al ser cuestionada en la rueda de prensa-, la ministra ha intentado poner distancia subrayando que «en ningún caso habla en nombre del Gobierno» en las grabaciones publicadas y que el PSOE le ha abierto expediente informativo. Si hubiera que adoptar «algún tipo de iniciativa» por su conducta, se ha limitado a responder genéricamente, el partido será «absolutamente contundente». Como evasiva se ha mostrado sobre la anunciada intención del Ejecutivo de denunciar la filtración «delictiva» de los wasaps entre Sánchez y el exministro José Luis Ábalos y aún no concretada en los tribunales. Alegría sí ha querido remarcar que «la cascada de fango no es positiva para nadie», porque provoca «una convivencia avinagrada y mina la calidad democrática».