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El sospechoso del ataque del domingo contra una manifestación de judíos en Boulder, Colorado, que pedían la liberación de los rehenes israelíes en Gaza, es ... un egipcio, que estaba en Estados Unidos «ilegalmente» y planeó el atentado durante un año, según han revelado este lunes las autoridades. Mohamed Sabry Solimán, como se le ha identificado, fue detenido en la escena tras embestir a la multitud con un lanzallamas y otros dispositivos incendiarios, incluidos cócteles molotov, al grito de «¡Palestina libre!».
Los hechos ocurrieron el domingo hacia las 13.30 hora local, cerca del centro comercial Pearl Street, y la Universidad de Colorado, en Boulder. El sospechoso se abalanzó con los artefactos explosivos contra las personas que se habían reunido en una popular zona peatonal para la concentración pacífica 'Run For Your Lives'. El grupo lleva a cabo marchas pacíficas desde los ataques del 7 de octubre, para concientizar sobre la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás.
Como resultado del ataque, ocho personas resultaron heridas, cuatro mujeres y cuatro hombres de entre 52 y 88 años, incluida una mujer sobreviviente del Holocausto, quienes sufrieron lesiones de carácter leve hasta muy graves. Solimán, de 45 años, residente de Colorado Springs, fue arrestado en la escena sin ofrecer resistencia después de que los presentes lo señalaran a la llegada de las fuerzas de seguridad. El sospechoso, que se embarcó en una discusión verbal con los manifestantes, resultó también herido y fue llevado al hospital para ser tratado.
El autor de los hechos admitió su responsabilidad en una confesión jurada tras su detención el domingo, en la que señaló que planeó el ataque contra el «grupo sionista» durante un año, y que «lo volvería a repetir». Fue imputado formalmente en corte el lunes de múltiples delitos graves en una investigación que el FBI está tratando como un «acto de terrorismo dirigido hacia un objetivo». La pesquisa no ha encontrado indicios de que el atentado esté asociado a ningún grupo.
Los hechos, en cualquier caso, han sido condenados por numerosos líderes políticos del país, que lo han catalogado de antisemita. Stephen Miller, el subdirector de gabinete de política de la Casa Blanca, y autor intelectual de las medidas de línea dura de Trump contra la inmigración, señaló que el ataque es una prueba más de la necesidad de «revertir completamente» lo que describió como «migración suicida».
El Departamento de Seguridad Nacional precisó que Solimán llegó al país en 2022 con una visa de turista desde Egipto y se quedó después de que ésta expirara. En marzo de 2023 obtuvo un permiso de trabajo temporal que expiró a finales del mismo mes este año, ya en la presidencia de Trump. El individuo había solicitado previamente asilo en EE UU, y en 2005 le había sido denegada una visa para ingresar al país.
Según el testigo presencial Brooke Coffman, estudiante de la Universidad de Colorado de 19 años, cuatro mujeres postradas en el suelo sostenían quemaduras en las piernas, y una de ellas, con quemaduras en la mayor parte de su cuerpo, fue envuelta en una bandera por una persona del grupo. Coffman señaló que el atacante sostenía una botella de vidrio con líquido transparente mientras gritaba. En el grupo la gente exclamaba «¡traed agua!», mientras otros vaciaban cubetas de agua sobre los heridos.
Otro testigo, Lex Osante, de San Diego, que grabó un vídeo de la escena, dijo que tras el ataque inicial, el sospechoso, fue detrás de unos arbustos, y después apareció de nuevo con un cóctel molotov con el que se incendió a sí mismo accidentalmente mientras lo arrojaba. Tras ello, se quitó la camisa y lo que parecía ser un chaleco antibalas antes de que llegara la Policía.
El ataque contra judíos, el segundo en menos de dos semanas, se produce en un momento de escalada de tensión en la guerra de Israel en Gaza, que en Estados Unidos ha generado un aumento de delitos de odio antisemitas y anti-musulmanes. Dos israelíes miembros de la embajada de Israel en Washington murieron en un tiroteo el pasado 21 de mayo a las puertas del Museo Judío de la capital.
«La comunidad judía está muy nerviosa» señaló el demócrata Jerry Nadler, el miembro judío de más rango de la Cámara de Representantes, quien calificó el ataque en X como «reprensible y horrible» y «obviamente antisemita». En una entrevista en CNN, el legislador neoyorquino señaló que el Gobierno federal debe hacer más, incluido un aumento del presupuesto para llevar a cabo la protección que marca la ley porque «cuando alguien habla de Israel y ataca a las instituciones judías, al pueblo judío, eso es claramente antisemitismo».
La administración de Netanyahu señaló en X que los ataques antisemitas en el mundo son el «resultado directo de la propagación de «libelos de sangre» antisemitas contra el Estado de Israel y su gente, y deben ser detenidos».
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