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La última reforma laboral, que entró en vigor en el primer trimestre de 2022, nació con el objetivo de reducir la tradicional temporalidad en ... el mercado laboral español. Entre otras cuestiones, eliminaba la figura del acuerdo por obra y servicio y limitaba el plazo en el que podían encadenarse contratos temporales. Las estadísticas avalan el propósito cumplido y es que 14.300 riojanos más cuentan con contrato indefinido que a finales de 2021, según la Encuesta de Población Activa. Mientras, aquellos con un acuerdo temporal han pasado de suponer un 23,4% de los asalariados de la comunidad a un 13,7%, más de once mil menos que cuando la reforma laboral vio la luz.
El efecto fue casi inmediato, y es que a finales de 2022 la tasa de temporalidad ya se había reducido en más de cinco puntos en la región, de los 22,3% del primer trimestre, cuando empezó a aplicarse la reforma laboral, al 16,6% de final de año. Desde entonces, la proporción se ha mantenido bastante estable en torno a esa cifra, si bien el comienzo de 2025 ha dado un nuevo impulso al trabajo indefinido, que marca un nuevo récord con una tasa del 86,3% en los tres primeros meses.
Además, los buenos datos de empleo, tanto a nivel regional como nacional, llevan a un mayor incremento de los trabajadores fijos. A comienzos de 2022, 93.900 riojanos trabajaban de manera indefinida, mientras que tres años después, tal y como revela la EPA, ya son 108.200. Por contra, aquellos que cuentan con un contrato temporal han pasado en el mismo periodo de 26.900 a 17.100. El mercado laboral ha ido trasvasando parte de sus mano de obra hacia el grupo de los fijos.
Rodrigo Alfaro
CC OO La Rioja
Isabel Blanco
UGT La Rioja
Pedro José Sáez
FER
Las estadísticas de contratos iniciales que aporta el Ministerio de Trabajo también apuntan hacia ese cambio de tendencia, cuadriplicándose la cifra de indefinidos, que pasan de suponer el 8,66% en 2021 al 34,86% en este año. En este asunto, la comunidad se encuentra por debajo de la media nacional, de entorno al 45% en la creación de empleos fijos, en buena medida por la mayor incidencia de la temporalidad en sectores estratégicos para La Rioja como el agrario o los servicios.
Parte de esos contratos estables se acogen en realidad a la figura del fijo discontinuo, popularizara precisamente tras la reforma laboral, que describe una relación laboral intermitente y recurrente, mezclando periodos de inactividad y de ocupación. A nivel nacional, de cada tres nuevos fijos, uno es fijo discontinuo, según datos del Ministerio de Trabajo.
Por parte de las principales organizaciones sindicales, la valoración de la reforma laboral es ampliamente positiva. «La temporalidad tiene connotaciones negativas, está ligada a la precariedad, a salarios bajos, a rotaciones, a desigualdad y a inestabilidad, algo que afecta especialmente a mujeres jóvenes», señala Rodrigo Alfaro, secretario general de CC OO La Rioja. «El aumento de la contratación indefinida va en beneficio de la economía, ha sido el soporte de un crecimiento estable de la economía dentro de un contexto internacional inestable. Los datos nos dan la razón», apunta Isabel Blanco, secretaria de Política Sindical de UGT La Rioja.
A este respecto, Alfaro incide en cómo «ante aquellos que decían que la reforma laboral iba a provocar más paro, ante los discursos catastrofistas, se ha producido todo lo contrario», algo que, a su parecer «demuestra que antes se estaba abusando de los contratos temporales, especialmente el de obra y servicio», que suponían hasta 2022 en torno a uno de cada cinco firmados en la región. «Solo había que ver los datos de rotación, cómo entraban y salían los mismos trabajadores del mercado. Era ventajoso para los beneficios de las empresas, pero no para el conjunto de la sociedad», comenta Blanco.
Los sindicatos opinan que esta reducción de la temporalidad puede ir todavía más allá. «Los contratos indefinidos tienen su recorrido y hemos llegado a un punto en el que se necesitan otro tipo de acciones, unas políticas activas de empleo que vayan al centro del problema, que se centre en el desempleo estructural, en los parados de larga duración», expone Isabel Blanco. Por su parte, Alfaro opina que «puede seguir reduciéndose la temporalidad porque estamos por encima de la media europea. Me gustaría que no fuese impulsada por cambios legislativos, pero se ha demostrado que ha sido la vía para lograrlo», si bien reconoce que «existen sectores como el campo o la hostelería» muy ligados a la estacionalidad.
Por su parte, Pedro José Sáez, responsable del Departamento de Asesorías de la FER, valora «positivamente la estabilidad en el empleo, pero tenemos que subrayar que los contratos temporales son absolutamente necesarios para que las empresas puedan adaptarse a la realidad de sus sectores y de su actividad concreta», añadiendo que «son una respuesta a las necesidades concretas de muchas actividades empresariales estacionarias».
Además, indica que « buena parte de esos contratos temporales se convierten en fijos discontinuos, que son aquellos que se utilizan para trabajos que se repiten en el tiempo y que se han potenciado mucho», denunciando que «el Gobierno de España ha estado ocultando la cifra de contratos fijos discontinuos realizados de personas sin actividad». A este respecto, Rodrigo Alfaro (CC OO) comenta que «prefiero que un trabajador sea fijo discontinuo y no tenga la incertidumbre de antes con los contratos de obra y servicio», mientras que Isabel Blanco (UGT) valora la «estabilidad» de este modelo «siempre que se aplique de manera adecuada».
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