La intensa búsqueda de pistas sobre Madeleine 18 años después

A la pequeña se le perdió el rastro cuando dormía en la habitación del apartamento alquilado por sus padres, mientras ellos cenaban en un restaurante muy cerca del complejo turístico. Este misterio generó una atención mediática mundial, con multitud de pistas falsas y giros en la investigación. De momento, el resultado de la reanudación de la búsqueda ha sido el mismo que en los últimos 18 años: las fuerzas de seguridad no han encontrado nada. Mientras tanto, continúa la cuenta atrás para que el principal sospechoso, un alemán de 48 años, salga dentro de cuatro meses de la prisión de su país donde cumple condena por violación y abuso sexual infantil.

Vehículos policiales de Portugal y Alemania circulaban este miércoles, igual que el día anterior, por una zona cercana a la localidad turística. La desaparición de Madeleine dejó una profunda huella en esta comunidad, Praia da Luz, donde la urbanización que alojaba a la familia McCann cuando se produjo la tragedia cambió de nombre aunque sigue en funcionamiento. A pesar de las casi dos décadas transcurridas, el impacto de la desaparición de la menor sigue muy presente en la memoria de los residentes y visitantes del pueblo. «Todo el mundo aquí lo conoce, es duro», expresó un vecino británico que lleva más de 20 años en la comarca.

Esta semana, desde el lunes y hasta el viernes, las fuerzas de seguridad lusas realizan batidas en Lagos en cumplimiento de una orden europea emitida por las autoridades alemanas «con el fin de ejecutar diversas investigaciones, en concreto órdenes de registro», según el comunicado. Las anteriores excavaciones relacionadas con este caso tuvieron lugar en mayo de 2023, en una presa a unos 40 minutos en coche del lugar donde se vio a Madeleine por última vez.

Estas pesquisas han sido ordenadas por la Fiscalía de Braunschweig, que tiene abiertas diligencias contra un ciudadano alemán sospechoso de cometer el asesinato de la pequeña. Christian Brückner es el principal señalado desde 2020, aunque no se han conseguido reunir pruebas suficientes para presentar cargos y él siempre ha negado cualquier relación con el crimen. En aquel entonces vivía en el Algarve, cerca del lugar de vacaciones de los McCann, y la señal de un teléfono celular a su nombre fue registrada en las inmediaciones del piso donde dormía Madeleine la noche de la desaparición.

Agentes germanos y portugueses inspeccionan desde el martes la zona entre el complejo donde se alojaba la familia McCann y la casa del individuo bajo sospecha. Los estudios con un georradar se centran en la franja costera entre las playas de Porto de Mós y Luz, donde los investigadores creen que podría haber enterrado el cuerpo de Madeleine. Este es uno de los lugares frecuentados por Brückner, quien vivió durante 17 años en el Algarve y desempeñó varios oficios, desde recogedor de pelotas de golf hasta camarero. De las diversas residencias que tuvo el hombre en Lagos y Silves, una de ellas estaba en Atalaia, cerca de Praia da Luz, concurrida por caravanistas y campistas.

El investigado cumple una condena de siete años de prisión en Alemania por violar a una mujer estadounidense de 72 años precisamente en Praia da Luz y está previsto que salga de la cárcel el próximo septiembre. Fue absuelto en octubre de 2024 por la Justicia alemana en un juicio en el que se enfrentaba a las acusaciones de dos agresiones sexuales y tres violaciones cometidas entre 2000 y 2017 en Portugal.