Bruselas cree que la ley anti-LGTBI de Orbán viola los derechos fundamentales

El mandatario húngaro tildó de «vergonzosas» las conclusiones de la letrada del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE). «Parece que la difusión de la propaganda sexual es más importante para Bruselas que proteger los derechos de los niños. ¡Es una locura!», expresó Orbán en la red social X. El líder ultranacionalista, lejos de asumir la reprimenda de Capeta, decidió este viernes ir más allá con la firma de un decreto que prohíbe colocar banderas arcoíris y cualquier otro símbolo de la comunidad LGTBI. El objetivo, defendió, es «garantizar la protección y el cuidado necesarios para el desarrollo físico, mental y moral adecuado de los niños» y poner freno a la propaganda que apunta a los menores.

No obstante, la oficina de Presidencia del Gobierno de Budapest admitió que es una medida simbólica, ya que no es muy habitual que las dependencias de las instituciones húngaras luzcan emblemas LGTBI, según recogió el medio independiente Telex.hu. La reciente orden veta cualquier símbolo «que haga referencia o promueva diferentes orientaciones sexuales y de género, así como los movimientos políticos que las representan».

Desde la oposición avisaron de que incumplirán el decreto. El alcalde de Budapest, el liberal Gergely Karácsony, anunció que, como cada 28 de junio desde su designación en 2019, este año también «estará la bandera -arcoíris- en el edificio del Ayuntamiento, ya que ese es su lugar». «El Gobierno está dando su enésimo paso para restringir los derechos fundamentales de los ciudadanos húngaros con la intención de hacer imposible la marcha del Orgullo», denunció el regidor de la capital húngara a través de Facebook.

A pesar de las prohibiciones y las multas, las organizaciones LGTBI y de derechos humanos tampoco ceden ante Orbán y mantienen intacta su intención de celebrar el Orgullo en Budapest.

La Comisión Europea denunció ante la Justicia comunitaria la reforma de la legislación húngara -aprobada bajo el pretexto de reforzar la protección infantil y luchar contra la pederastia- por incluir disposiciones para prohibir o restringir el acceso de los menores a contenidos audiovisuales LGTBI por considerarlos un riesgo. La Abogada General de la UE advierte de que la «falta de respeto y la marginación» de un grupo en una sociedad son las «líneas rojas impuestas por los valores de igualdad, dignidad humana y respeto de los derechos humanos».

La argumentación de la letrada no es vinculante para el TJUE. Sin embargo, sus opiniones suelen ser tenidas en cuenta en la gran mayoría de las sentencias dictadas por la Corte con sede en Luxemburgo. En este sentido, Capeta recomienda al tribunal que dictamine que Hungría ha infringido el Derecho de la Unión. Así, razona que la norma anti-LGTBI supone una «injerencia» en varios de los derechos fundamentales protegidos por la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, como la prohibición de discriminación por razón de género y de orientación sexual, el respeto de la vida privada y familiar y a la libertad de expresión y de información y a la dignidad humana.

El de la UE no es el único revés judicial para las leyes contra el colectivo LGTBI impulsadas por Orbán. El Tribunal Supremo de Hungría falló el pasado miércoles a favor de reconocer la unión de dos personas del mismo sexo que se casaron en el extranjero y dio de plazo al Parlamento hasta el 31 de octubre para incorporar esta disposición en la legislación.