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La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) arroja luz sobre los motivos que le llevaron a aprobar la opa de BBVA a Banco Sabadell ... el pasado 30 de abril. La institución ha publicado este viernes su informe de resolución en el que la conclusión es clara: la entidad vallesana «no es un operador fundamental e insustituible» ni para las pymes ni para Cataluña. Precisamente los argumentos sobre los que la entidad vallesana, y también el Gobierno, pivotan parte de su defensa en contra de la unión de los dos bancos.
La contundencia del documento, de 189 páginas de extensión, puede incluso hacer dudar sobre por qué este análisis de la CNMC no pudo aprobarse en su primera fase, elevándolo a una segunda y alargando todos los plazos previstos inicialmente.
«Existen numerosos operadores medianos y pequeños que ya compiten en el mercado de crédito a pymes y que conjuntamente representan una cuota relevante y creciente en todas las regiones españolas, también en las más afectadas por la concentración», indica el documento. Entre otras cosas, la CNMC argumenta que las entidades de menor tamaño han incrementado su cuota de mercado en hasta 5 puntos porcentuales entre 2021 y 2023, aunque su peso sobre el total del sector es aún moderado, de entre el 20% y el 30%.
Y va un paso más allá al asegurar que, en el camino contrario, Banco Sabadell ha perdido peso en pymes, también en territorios como la Comunidad Valenciana, Asturias o Baleares, recordando que en Cataluña es la tercera entidad por detrás de CaixaBank y Santander. «No puede considerarse que Sabadell sea una fuerza competitiva insustituible que juegue un creciente papel disruptivo y de disciplina de precios en estos mercados, más allá del papel que pueden jugar otras entidades que también actúan en los mismos mercados«, señala el informe.
Bajo estos criterios, el Gobierno no tendrá nada fácil torpedear la operación, tras elevar al Consejo de Ministros la misma con la posibilidad de imponer condiciones en base al interés general, más allá de las establecidas por Competencia. Una decisión que, según ha podido saber este diario, se anunciará en el Consejo de Ministros del martes 24 de junio.
El mercado maneja desde hace tiempo la posibilidad de que el Ejecutivo prohíba o al menos limite los despidos y el cierre de sucursales, lo que pondría en serio riesgo las sinergias estimadas en un principio por el banco vasco. El Ministerio de Economía no ha entrado a valorar el calendario definitivo, pero fuentes conocedoras confirman que todo se conocerá en ese último encuentro interministerial de junio, al coincidir con la semana en la que expira el plazo para anunciar su decisión (el 26 de junio, según la ley que establece un mes desde la jornada siguiente de la notificación de elevar la opa, que se determinó el 27 de mayo).
La CNMC también da una de cal a BBVA, a quien afea no haber sido más específico a la hora de detallar las bondades que la unión tendrá para los clientes, tanto en término de producto como de sinergias ante los posible «problemas generados por la concentración» en determinadas regiones. En este caso, la institución se apoya en la opinión de su homólogo en Cataluña, coincidiendo en que «no es posible que las eficiencias alegadas por BBVA resuelvan los potenciales problemas de competencia detectados en las áreas geográficas de Cataluña que surgen como consecuencia de la operación de concentración», puesto que las mismas «son generales y los problemas o riesgos inherentes a los niveles de concentración del mercado se producen en ámbitos geográficos concretos, situados en gran medida en Cataluña».
El test de mercado realizado para recoger el sentir de diversos actores ante la operación, también recogió cierto riesgo para los particulares. Caixabank, por ejemplo, manifestó que «no son descartables efectos no deseados en banca minorista en aquellas áreas o regiones en donde Sabadell y BBVA puedan tener una presencia preponderante», lo que podría conllevar «un eventual empeoramiento de algunas condiciones comerciales para aquellos clientes particulares ubicados en municipios y/o códigos postales en los que el nuevo grupo bancario pase a ser el único presente». Una idea que también trasladaron a Competencia desde Revolut. «La fusión podría crear un dominio casi monopolístico en ciertas regiones de España, particularmente en Cataluña, donde Banco Sabadell tiene una fuerte presencia […] en mercados más concentrados, los bancos tienden a imponer condiciones más onerosas para servicios básicos como préstamos personales o hipotecas, al no haber alternativas competitivas disponibles», informa Competencia en el documento..
En todo caso, la CNMC decidió rechazar la petición de Sabadell de imponer desinversiones a BBVA para mitigar posibles riesgos de competencia, también tras los compromisos adquiridos por el banco vasco. «No puede concluirse que los problemas derivados de la operación presenten un carácter indefinido y revistan una naturaleza tal que solo puedan ser resueltos mediante compromisos estructurales», argumenta la CNMC.
La institución también desestima los cálculos de pérdida del crédito a pymes que han manejado asociaciones empresariales catalanas como Pimec para defender su ofensiva contra la opa. En concreto, la Autoridad Catalana de Competencia incluía en su informe una estimación realizada por el Observatorio de Pimec, según la cual, tomando como base los efectos de fusiones anteriores y suponiendo una reducción media del 8% de los activos combinados de BBVA y Sabadell, se estimaba que la operación conllevaría una reducción del crédito de 54.393 millones de euros.
En el pliego de concreción de hechos ya se señalaron varios problemas de esta estimación. La supuesta reducción media del 8% de los activos combinados se basaba en el cálculo de la reducción media de crédito tras fusiones anteriores en el mercado bancario español, pero no se justificaba que la reducción de crédito estimada se debiera al incremento en la concentración y no a otros factores económicos (cambios de la situación económica o en los tipos de interés) o regulatorios que pudieran explicar la reducción observada.
En sus alegaciones, Competencia desvela que Sabadell calculó que el incremento en la concentración supondría una reducción del crédito nuevo de 21.500 millones de euros, lo que representaría una reducción del 7,2% del crédito respecto al que se concedería en un escenario sin fusión. Cálculo que la CNMC considera insuficiente al asegurar que el mismo solo analizaba la estimación del crédito nuevo, pero no tenía en cuenta el volumen de financiación actual de las pymes «ni otras variables que influían en las condiciones de oferta de crédito nuevo».
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