Marc Márquez demuestra a Álex quién es el rey de Aragón

El sábado del Gran Premio de Aragón cumplió el guion esperado, aunque con cierto suspense. Marc Márquez certificó el favoritismo con el que afronta este fin de semana, con más batalla de la esperada ya desde la Q2. Y es que hasta su último giro el de Cervera estaba tercero y tuvo que sacar una vuelta mágica final para lograr la pole. Luego en el sprint, tampoco consiguió esa cómoda victoria que se le presuponía. Sobre todo, porque falló en la salida, derrapó el neumático trasero y se quedó clavado en los primeros metros. Le adelantaron sus rivales de la primera fila, Álex Márquez y Franco Morbidelli, e incluso Pedro Acosta desde la segunda llegó a ponerse por delante y se tocaron. Pudieron acabar los dos fuera de combate, pero se mantuvieron sobre sus monturas y Marc salvó la situación pasando tercero por la curva 1.

Los planes habían cambiado y tocaba remontar, sin castigar un neumático trasero blando que tenía que durar las 11 vueltas, con unas condiciones de calor extremas. En la segunda vuelta ya pasó a Morbidelli y se situó a la estela de su hermano, que tiraba como un poseso tratando de descolgarle. Sin embargo, Marc no pecó de precipitación y esperó a que los neumáticos cayesen para atacar a su hermano a falta de cinco vueltas. «No contaba con que fallaríamos en la salida, porque suelo salir bien, pero ha patinado de atrás. Eso me ha llevado a remontar me lo he tomado con calma, esperando que me bajasen las gomas, porque con el neumático gastado tenía algo más», comentaba Marc Márquez después de su séptima victoria al sprint de la temporada, en ocho sábados disputados.

En las últimas vueltas y sin exagerar, el hermano mayor abrió un hueco que ya parecía insalvable y solo se dedicó a gestionar esa ventaja hasta el final. Por detrás, Álex también se mostraba pragmático, consciente de que en esta pista el favorito de los Márquez no era él. «Pensé que Marc había salido peor y que estaría mucho más atrás, por eso tiré muchísimo al inicio para intentar abrir distancias, pero cuando me han marcado en la pizarra que ya estaba segundo, mi ilusión se fue. No valía mucho la pena seguir con ese ritmo suicida, porque el riesgo era demasiado alto, así que tampoco tenía mucho sentido defenderme del ataque de Marc». El piloto de Gresini dio por buena esa segunda, en un circuito donde la intención es minimizar daños con respecto al líder, que ahora se sitúa a 27 puntos en la clasificación.

La apuesta de Aldeguer

Tan previsible era la victoria de Marc, como el doblete de los Márquez, así que el tercer escalón del podio parecía el más disputado como así fue. Morbidelli aprovechó su buena salida para mantener esa plaza durante la mayor parte de la carrera, pero no contaba con la apuesta de un rookie por detrás, que hizo una carrera de menos a más.

Al contrario que la mayoría de la parrilla que eligió el neumático blando, la elección lógica en los cortos e intensos sprint, Fermín Aldeguer montó la goma media en la parrilla, confiado de que, con las altísimas temperaturas, la caída fuera mayor de la esperada. Y viendo el resultado acertó. Fue contundente en los adelantamientos, especialmente intensa fue la lucha con su paisano Pedro Acosta, que finalizó quinto y de la que disfrutó mucho recordando batallas pretéritas. «Con Acosta me lo he pasado muy bien, yo creo que los dos hemos disfrutado y hemos tenido algunos recuerdos de cuando éramos pequeños». Aldeguer y Acosta, jóvenes talentos murcianos llamados a liderar a toda una generación.

En las categorías pequeñas, cara y cruz para los líderes de las mismas. En Moto3, José Antonio Rueda volvió a dominar este sábado y buscará su sexta victoria del año desde la pole, con el italiano Lunetta en segunda posición y los rookies Máximo Quiles y Álvaro Carpe en tercera y cuarta posición respectivamente. Y en Moto2, el líder Manu González se fue al suelo en el inicio de la Q2, no pudo marcar tiempo y partirá 18º en parrilla, con su principal rival por el campeonato, Arón Canet, saliendo cuarto; en una primera fila de la clase intermedia sin españoles, con el brasileño Moreira en la pole, seguido del belga Baltus y del turco Öncü.