Balonmano | Copa del Rey

«¿No tenéis amor propio ninguno?»

Los dos equipos acusaron el horario inusual y no comenzaron muy atinados los primeros minutos. El Ciudad de Logroño se metió en partido gracias a un sorprendente Modi (tres primeros goles) y un acertado Xoan Ledo bajo palos (detuvo los tres primeros ataque y terminó la primera mitad con once balones parados).

Se pusieron los de Velasco por delante en el electrónico y llevaron la iniciativa. Álvaro Preciado estuvo muy acertado en la conducción del juego y los franjivino estaban cómodos en la pista de Artaleku.

Sin embargo, Velasco sabía que había que repartir esfuerzos y en el ecuador de la primer parte introdujo cuatro cambios cuando el equipo ganaba 8-6. El Korchi, Zaja, Pergel y Suárez a pista. El resultado no pudo ser peor. El juego franjivino se resintió en demasía y los errores pasaron a ser los protagonistas.

Bada Huesca aprovechó el regalo y se puso por delante en el electrónico, situación que se prolongó hasta el final del partido. Al descanso los riojanos se fueron perdiendo 11-14.

La segunda parte de ayer fue para olvidar. Todo lo que pudo salir mal, salió mal. Hasta el momento no se habían decretado exclusiones, pero los riojanos sufrieron tres consecutivas: Modi, Preciado y Rivero.

Velasco paró el partido para echar en cara a sus jugadores la falta de actitud y de aptitud. «¿No tenéis amor propio ninguno? ¿Queréis seguir haciendo el puto ridículo?».

La reprimenda espoleó a los riojanos que mostraron otra cara. Pero no era el día. Si en la primera parte David Cadarso se había mostrado intratable desde los siete metros (tres de tres), en la segunda mitad falló dos. Y en el siguiente penalti, Pergel peinó a Guiteras con su lanzamiento y los árbitros se equivocaron mostrando la roja directa al húngaro.

La aparición de Thiago en el lateral izquierdo en el tramo final del partido fue un soplo de aire fresco para un equipo desnortado. Tres goles consecutivos del brasileño, unido a dos errores de los oscenses, metieron en el partido al Ciudad de Logroño (24-26). Incluso Ledo se sumó a la fiesta deteniendo un penalti al Huesca.

Pero Preciado tampoco aprovechó un siete metros para ponerse a un gol. No era el día. Demasiada ventaja para el Huesca, que celebró con alegría su clasificación (25-28).

Una lástima que la última imagen oficial del Ciudad de Logroño sea la de este viernes. Aunque Velasco llegaba con el equipo muy justo, hay una cosa que en innegable: la entrega.